Panamá protesta más que una mina
Vaclav Masek sobre las movilizaciones en contra del Contrato Minero.
Las crecientes protestas en Panamá contra la que sería la mina de cobre más grande de Centroamérica ha causado conmoción regional.
La fuerza de la oposición al proyecto y la respuesta del gobierno ensombrecen la reputación favorable que el país mantiene con inversionistas internacionales. Un amplio grupo apoyado por sindicatos, estudiantes y grupos indígenas se ha manifestado repetidamente en todo el país, cerrando carreteras mientras portaban banderas nacionales y carteles que decían “basta de destruir nuestra tierra.” Existe un temor generalizado de que la mina dañe irreparablemente los bosques tropicales del istmo, una parte vital del Corredor Biológico Mesoamericano, además de contaminar el agua potable.
La furia callejera visible ejerció presión sobre el gobierno del presidente Laurentino Cortizo, que prometió una consulta popular sobre la cancelación del contrato de 20 años para la concesión minera. La semana después de las movilizaciones, el Congreso votó a favor de una moratoria que prohibía todas nuevas concesiones mineras de metales después de celebrar sesiones de emergencia, pero esto no afectará el infame contrato minero existente conocido como Cobre Panamá.
Durante las últimas tres décadas, la economía de Panamá ha crecido más de un 5 por ciento anual en promedio, reduciendo drásticamente las tasas de pobreza y contrarrestando tendencias económicas mediocres en una región caracterizada por la inestabilidad. La extracción industrial de metales minerales representa casi el 5 por ciento del producto interno bruto en el país. Pero el progreso económico oculta la ira ciudadana por la corrupción política y la desigualdad. En el último mes, esto se ha fusionado con la preocupación, especialmente entre los panameños más jóvenes, por el cambio climático mientras el canal del país sufre sequías récord.
El fenómeno climático de El Niño provocó el octubre más seco registrado en el Canal de Panamá desde sus orígenes en 1950. El evento forzó a la Autoridad del Canal de Panamá a reducir los pasos diarios de barcos de 25 a 18 para febrero de 2024. Ahora surgen preguntas en torno al cambio climático global y los impactos que tiene en el transporte marítimo mundial. Existe una posibilidad real de que ningún buque cisterna de gran tamaño transite por el Canal de Panamá a partir de principios del próximo año. Es probable que los buques metaneros, dedicados al transporte de gas licuado, también sean expulsados de la vía interoceánica, lo que provocará cambios dramáticos en los patrones mundiales de comercio marítimo de gas y petróleo.
“El fenómeno climático de El Niño provocó el octubre más seco registrado en el Canal de Panamá desde sus orígenes en 1950.”
Por su parte, la empresa First Quantum Minerals (FQM), una de las mayores productoras de cobre del mundo, ha dicho que opera de manera ecológicamente sensible y que la mina Cobre Panamá ha creado más de 40 mil puestos de trabajo de manera directa e indirectamente, invirtiendo más de 10 mil millones de dólares. El pasado viernes 3 de noviembre dijo que confiaba en su posición legal, que se acopla a altos estándares de comportamiento ético. Aproximadamente la mitad de las 750 mil toneladas de producción anual de la compañía provienen de la mina insignia Cobre Panamá en una zona rural cerca de la costa caribeña.
La empresa canadiense ha estado operando la mina desde 1997 e informó a clientes el año pasado de que estimaba una producción de entre 370 mil a 400 mil toneladas de cobre de su mina en el país centroamericano para 2024. Panamá es un importante contribuyente a la producción mundial de minas de cobre y en 2022 era el decimocuarto país productor mundial de minas de cobre.
Las protestas estallaron el 20 de octubre, cuando el Congreso aprobó por vía rápida la ley que otorgaba una extensión de hasta 40 años del contrato con la filial local de FQM, misma que el presidente promulgó inmediatamente. Uno de los argumentos es que no se hizo una consulta pública, por lo que la Corte Suprema la debe declarar inconstitucional; cuatro abogados han tramitado los recursos correspondientes y se espera pronto el fallo de la Corte. La capitalización de mercado de FQM cayó más de un tercio durante las protestas en Panamá.
En otras naciones con una larga tradición minera, como lo son Perú, Bolivia, México y Chile, la extracción está socialmente aceptada hasta cierto punto; pero en lugares donde proyectos mineros de gran envergadura tienen impactos ambientales más evidentes, surge una reacción de la sociedad civil y los grupos ecologistas. Esto conduce a un conflicto entre diferentes perspectivas sobre el medio ambiente. Ciudadanos que habitan países ricos en recursos naturales no quieren ver un deterioro en sus ecosistemas o en la contaminación derivado de actividades extractivas, independientemente si la transición energética a nivel global pudiera beneficiar el medio ambiente.
Panamá es un ejemplo de lo que va a ocurrir con mayor frecuencia en el futuro cercano dado que la demanda de cobre y otros metales de transición—como cobalto o níquel—aumentará. El mercado seguirá buscando abrir más minas. En el caso de Panamá, la creciente demanda de cobre plantea desafíos para el desarrollo de proyectos mineros multimillonarios debido a problemas en las relaciones con las comunidades locales y a la inestabilidad política, mientras se acercan las elecciones presidenciales en medio de cuestiones legales que involucran a ex funcionarios. El ex presidente Ricardo Martinelli, que enfrenta una pena de prisión de 10 años por lavado de dinero, está muy por delante en las encuestas. Los comicios se celebrarán el 5 de mayo de 2024.