¿Nearshoring o New-bullshitting?
Hugo Maúl comenta sobre el término económico de moda en Guatemala.
Son tantos los efectos positivos inmediatos que se le atribuyen, y tan rebuscado e incomprensible el término, que cualquiera podría confundirlo con algún remedio mágico.
Más allá de lo que la publicidad diga al respecto, el nearshoring (relocalización, en castellano) es un reto complicado de superar. Traer de vuelta (a Guatemala, en este caso) las inversiones productivas que las empresas multinacionales alguna vez se llevaron al Sudeste de Asia parece sencillo, aunque en realidad es más complicado de lo que se cree. El fenómeno que se ha puesto ahora de moda, en términos de un estudio de una reconocida empresa consultora. Ocurre debido a que:
“los problemas con el Lejano Oriente (China, Vietnam, Tailandia, Malasia y otros países) están trayendo de regreso a las empresas cerca de casa (EE.UU.)… Hay muchas razones para este cambio: los tiempos de respuesta (al mercado) son mucho más cortos; el constante y acelerado cambio en los productos (que demanda el mercado) requiere que las empresas mantengan bajo estricto control su calidad y nivel de inventarios… cuestiones que las empresas (transnacionales) consideran pueden hacer mejor si localizan (sus procesos) a dos o tres horas de donde están sus ingenieros. Las empresas estadunidenses están preocupadas también por… el aumento del costo de la mano de obra en el Lejano Oriente y la necesidad de mantener un control más estricto sobre los inventarios y los costos. Para estas empresas, el tiempo (que toma el traslado de mercancías) y los problemas asociados con el transporte marítimo más que compensan cualquier ahorro en el costo de la mano de obra que pueda obtenerse produciendo en el Lejano Oriente)”.
Según esta empresa consultora,
“Desde la perspectiva de un inversionista estadounidense, que tiene la opción de establecer operaciones acá o en cualquier otra parte del mundo, Guatemala posee importantes ventajas comparativas y competitivas como
Disponibilidad de Mano de Obra: la mano de obra no es la más barata del mundo, pero es mucho más barata que en EE.UU.;
Localización: La proximidad a EE.UU. y su involucramiento en (iniciativas de comercio y cooperación impulsados por el gobierno estadounidense)
Disponibilidad de Energía Eléctrica: Adecuado suministro de energía eléctrica a precios bajos;
Incentivos para Empresas Exportadoras Industriales: (el marco legal vigente) provee incentivos que son básicamente los mismos que ofrecen otros países en vías de desarrollo, además constituye una clara indicación del talante del gobierno hacia las actividades manufactureras orientadas a la exportación;
Industria Ligera (Ensamblaje): las empresas dedicadas a la confección de vestuario (maquila) demuestran el potencial que tiene el país para este tipo de subcontratación industrial;
Habilidades Industriales: existe una amplia disponibilidad de talento gerencial especializado en habilidades relacionadas con la industria, así gran variedad de capacidades técnicas de manufactura;
Tamaño y Distribución de la Ciudad de Guatemala: (las facilidades que ofrece la Ciudad de Guatemala) hace que un viaje de exploración o de búsqueda de información (de oportunidades) sea corto, eficiente y efectivo.
Demasiado bueno para ser cierto. Las oportunidades y las capacidades existen; así como también las restricciones que impiden sacar máximo provecho del nearshoring. Según el referido informe, estas son
“La poca disponibilidad de trabajadores mediana y altamente calificados y programas de capacitación con poca aplicabilidad;
Las debilidades para para mercadear internacionalmente los productos guatemaltecos; conocer los mercados extranjeros y aprender a competir sin (esquemas de) protección; y la inexistencia de un activo, bien definido y priorizado programa de atracción de inversiones;
Los elevados costos de transporte en relación a Centroamérica; los servicios de transporte… no confieren (a las exportaciones guatemaltecas) una importante ventaja;
La percepción de inseguridad personal en Guatemala; por su localización Guatemala (sufre)… de la inestabilidad política reinante en la región;
La poca alineación de muchas regulaciones y políticas públicas con el mejor interés de promover el desarrollo del sector industrial (de exportación);
La sobrecarga de trámites burocráticos (no solo) consume tiempo y recursos del sector privado (sino) provoca que el gobierno no pueda luego administrarla efectivamente;
La poca comprensión del sistema aduanero de (la importancia) del objetivo de desarrollar las exportaciones industriales del país”
Nada nuevo tampoco. Las restricciones de siempre. De siempre. Salvo por el hecho que las partes entrecomilladas provienen de una evaluación del sector manufacturero en Guatemala preparada por E&Y y la Oficina de Programas del Sector Privado de USAID 34 años atrás. Sí, leyó bien: ¡preparada en 1988! Parece que fue ayer. Todo sigue igual. El mundo fue y volvió y Guatemala sigue en el mismo lugar, esperando cosechar esta nueva oportunidad. De seguir haciendo lo mismo que antes, mejor sería reconocer que el nearshoring no es más que una nueva forma de meternos cuentos por enésima vez.